En 1957 Karl Steinbuch añadió la palabra alemana Informatik en la publicación de un documento denominado Informatik: Automatische Informationsverarbeitung (Informática: procesamiento automático de información). En ruso, Alexander Ivanovich Mikhailov fue el primero en utilizar informatika
con el significado de estudio, organización, y la diseminación de la
información científica», que sigue siendo su significado en dicha
lengua. En inglés, la palabra Informatics
fue acuñada independiente y casi simultáneamente por Walter F. Bauer,
en 1962, cuando Bauer cofundó la empresa denominada Informatics
General, Inc.
Dicha empresa guardo el nombre y persiguió a las
universidades que lo utilizaron, forzándolas a utilizar la alternativa computer science. La Association for Computing Machinery, la mayor organización de informáticos del mundo, se dirigió a Informatics General Inc. para poder utilizar la palabra informatics en lugar de computer machinery, pero la empresa se negó. Informatics General Inc. cesó sus actividades en 1985, pero para esa época el nombre de computer science estaba plenamente arraigado. Actualmente los angloparlantes utilizan el término computer science, traducido a veces como Ciencias de la computación, para designar tanto el estudio científico como el aplicado; mientras que designan como information technology ( o data processing, traducido a veces como tecnologías de la información, al conjunto de tecnologías que permiten el tratamiento automatizado de información.
En el siglo XVII, el
famoso filósofo y científico francés Blaise Pascal, a muy
temprana edad, inventaba lo que él mismo denomino "máquina
calculadora " que, aunque claramente más
rudimentaria que las actuales, ya definía las trazas de la
mecánica de éstas. El principio de funcionamiento era similar
al del primitivo ábaco, es decir, utilizaba el sistema de
numeración decimal, pero las primitivas varillas del tradicional
instrumento chino habían sido contruidas por un número
determinado de ruedas dentadas, de forma que al rodar diez
dientes de la primera rueda avanzaba un diente de la segunda; al
rodar diez dientes de la segunda lo hacía un diente de la
tercera y así sucesivamente.
Evidentemente, dicha
máquina sólo servía para sumar y restar y además, dado que
utilizaba la única tecnología imperante en la época basada en
supuestos mecánicos, su utilización era más bien tediosa y
estaba sujeta a numerosos incovenientes. De hecho, el aspecto
fundamental de esta primera máquina de calcular no radicaba en
su utilidad (a menudo resultaba mucho más rápido realizar las
operaciones manualmente) sino en el concepto mismo de máquina
calculadora que Pascal, con la perspectiva de futuro que
caracteriza a todos los grandes genios de la humanidad, supo
entrever en su complicado artefacto.

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